La parte más importante de la ciudad es su casco antiguo. Praga de piedra, Praga de oro, Praga mágica, Praga de cien torres, Praga – madre de las ciudades, cada una de estas características destaca un encanto de la ciudad. La historia de Praga empezó ya en el siglo IX. Actualmente es la metrópoli viva, el lugar que sigue manteniendo fuerte encanto. Es la sede de muchos organismos del estado de la Región de Bohemia Central.
Sugerimos comenzar su paseo en la Ciudad Nueva, en la Plaza de San Wenceslao, donde está la estatua del Santo, el Museo Nacional y sus hermosas galerías. En seguida descubriremos la Iglesia de Nuestra Señora de la Nieve, siguiendo al lado del edificio Carolinum y del Teatro de los Estados hasta la Plaza de la República, para ver la Torre de la Pólvora y la Casa Municipal; ahí comienza el Camino Real.
Otro atractivo es su Reloj astronómico (Orloj), la casa natal del escritor Franz Kafka.
De gran atractivo, su Barrio Judío, descubriendo la historia y leyendas del antiguo gueto.
Plaza de los Caballeros de la Cruz con la Estrella Roja: Por esta plaza se entra al Puente de Carlos IV, con sus 30 estatuas de santos. Después de atravesarlo y de ver la isla Kampa terminaremos en la Ciudad Pequeña.
Muy interesante resulta tomar un "tour panorámico" en tranvía, que llega al Monasterio de Strahov, uno de los más importantes de nuestro país, con su única biblioteca barroca y una de las vistas más bonitas del centro histórico de Praga.
Castillo de Praga: Vale la pena hacer una parada para ver la Plaza de Loreto, con el Palacio de los Cernin y la iglesia Loreto de Praga. En el tercer patio podremos visitar la Catedral de San Vito. Paseando por los Jardines del Sur volveremos a la entrada principal y bajaremos a la Ciudad Pequeña por la calle Neruda, con sus casas de singulares fachadas. En la Ciudad Pequeña visitaremos la Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria, donde se encuentra la estatuilla de Niño Jesús de Praga; luego recorreremos el antiguo dominio de los Caballeros de Malta, terminando la visita en los jardines del Palacio de Wallenstein, considerados entre los más bonitos de Praga.